¿Sabes la diferencia entre separación y divorcio? Descúbrela y aprende cómo debes actuar
¿Estás pasando por un momento difícil en tu matrimonio y no sabes qué hacer? ¿Separación o divorcio? ¿Qué hago?
Dar por finalizada una relación matrimonial nunca es fácil. Además puede dar lugar a una situación muy estresante y llena de emociones, incertidumbres y decisiones importantes que tendrás que tomar.
Una de las primeras dudas que se vienen a la cabeza es comprender qué es mejor, separarse o divorciarse. Esta duda es de las más comunes porque no es sencillo entender las diferencias entre ambos conceptos.
Y la diferencia principal es que ambos tienen implicaciones jurídicas civiles diferentes.
Si estás pensando en romper tu relación matrimonial y necesitas aclarar qué deberías hacer, este artículo te ayudará a comprender las características de ambos conceptos, sus diferencias y cómo puedes proceder.
Comprendiendo las principales diferencias entre separación y divorcio
Aunque a menudo, estos dos términos jurídicos se utilizan como sinónimos, la realidad es que la separación y el divorcio son procesos judiciales distintos.
¿Qué es una separación matrimonial?
La separación implica que el matrimonio dejará de convivir, debiendo regularse al finalizar este proceso algunos aspectos de la relación, como pueden ser: la custodia de los hijos o el reparto de bienes.
Sin embargo, el vínculo matrimonial sigue existiendo, es decir, aunque vivas separado del otro cónyuge, sigues legalmente casado con él o ella.
Lo que quiere decir que, aunque vivas separado de tu cónyuge, no puedes volver a casarte con otra pareja.
Existen dos tipos de separación:
Separación legal: Es necesaria una sentencia judicial que establezca las medidas que regirán la nueva situación. Tendrá efectos legales frente a terceras personas.
Separación de hecho: No pasa por los tribunales y no tiene efectos legales frente a otras personas, aunque ambas partes acuerden vivir separadas.
¿Qué es jurídicamente un divorcio?
El divorcio, a diferencia de la separación, implica la ruptura definitiva del vínculo matrimonial.
Tras el divorcio, ambas partes quedan legalmente libres para volver a casarse, ya sea entre ellos o con otras personas. Porque nadie te prohíbe volver a casarte con tu excónyuge.
Un aspecto importante para algunas personas, no sabemos si será tu caso, es que, aunque estés divorciado civilmente, no podrás casarte por la Iglesia a menos que obtengas una nulidad eclesiástica.
Aunque también hay que tener en cuenta, que esta última cuestión está bajo las normas de la Iglesia católica y que cada religión tiene sus propias reglas para casos de ruptura matrimonial.
Aspectos comunes en ambos procesos judiciales
Tanto la separación como el divorcio generan consecuencias legales y personales, es decir, hay cuestiones que han de quedar resueltas al finalizar el proceso judicial:
Custodia de los hijos: Decidir con quién vivirán los hijos y quién tomará las decisiones diarias sobre ellos.
Régimen de visitas: Establecer cómo y cuándo verá el otro progenitor a sus hijos.
Uso de la vivienda familiar: Determinar quién se queda en la casa donde vivían.
Pensión alimenticia: Fijar qué dinero se da a los hijos para asegurar que estén bien cuidados.
Pensión compensatoria: Si uno de los dos queda en una situación económica mucho peor, puede que el juez decida que el otro cónyuge le pase una pensión que compense la pérdida patrimonial.
Reparto de bienes: Dividir los bienes que han adquirido juntos durante el matrimonio.
Nota Importante: Después de una separación o divorcio, ninguno de los dos podrá heredar del otro en caso de fallecimiento, salvo que exista un testamento que lo indique expresamente.
Tipos de separación y divorcio: ¿mutuo acuerdo o contencioso?
Cuando ya has tomado la decisión de separarte o divorciarte, es el momento de ver qué tipo de procedimiento judicial vas a seguir.
Y en la mayor parte de los casos todo dependerá del nivel de entendimiento que tengáis entre vosotros, es decir, entre los cónyuges.
Separación o Divorcio mutuo acuerdo
Este es el camino más rápido, económico y sencillo. Y el más correcto desde el punto de vista ético.
En este caso, ambos cónyuges acordáis de forma amistosa las condiciones de vuestra separación o divorcio, presentando un convenio regulador conjunto.
En este convenio se establecen las medidas relacionadas con los hijos, bienes y pensiones. Con la ayuda de un único abogado y procurador, se presenta la demanda en el Juzgado de 1ª Instancia competente.
Será el Letrado de la Administración de Justicia o el Juez (en caso de que tengáis hijos menores o incapaces a vuestro cargo), quien acordará la separación o el divorcio a través de Decreto o Sentencia respectivamente.
Separación o divorcio contencioso
Si no hay acuerdo entre vosotros, se iniciará un procedimiento contencioso. Y lo desaconsejamos porque muchos se convierten en una verdadera guerra que sólo tiene perdedores. Nunca hay ganadores.
En todo caso, si eliges esta opción, cada uno de vosotros debe acudir al procedimiento con su propio abogado y procurador.
En este caso, será un juez quien, a través de las pruebas que le presentéis en el acto de la vista, determine cuáles serán las medidas que regirán y regularán vuestra nueva situación tras la separación o el divorcio.
Este proceso es siempre más largo, costoso y emocionalmente complicado, ya que estaréis luchando desde el principio y no cesaréis en vuestra lucha por conseguir lo que consideráis justo hasta el final.
Y normalmente esta lucha casi siempre es por el mismo hecho, el reparto de bienes y las pensiones de alimentos o compensatorias. Estas últimas en menor grado.
La mediación familiar: una excelente alternativa
Antes de llegar a un proceso contencioso, muchas parejas optan de forma muy inteligente por la mediación familiar.
Este procedimiento busca que las partes lleguen a un acuerdo con la ayuda de un mediador neutral.
La mediación es especialmente útil cuando hay hijos dentro del matrimonio, ya que el mediador fomentará que exista diálogo y cooperación entre los cónyuges para minimizar el impacto sobre los menores.
El mediador siempre intentará que ambos cónyuges lleguéis a un acuerdo que os beneficie a ambos, pero sobre todo que no os perjudique en vuestra labor como padres en caso de que hubiere hijos menores.
Por lo tanto, la mediación familiar tiene unos claros beneficios frente a un proceso contencioso judicial:
Fomenta la comunicación y el entendimiento.
Puede ahorrar tiempo y dinero.
Protege a los hijos del conflicto.
¿Qué medidas se regulan en la separación o divorcio?
Independientemente de si se trata de separación o divorcio, hay ciertas medidas que deben regularse obligatoriamente:
Patria potestad: Generalmente es compartida salvo casos de violencia de género extremos o situaciones de difícil solución como puede ser una enfermedad mental o simplemente la desaparición de uno de los progenitores.
La patria potestad significa que ambos padres tomarán las decisiones sobre la vida de los hijos y serán responsables de ellos y de sus actos.Guarda y custodia: Puede ser individual o compartida. Determina con quién van a vivir los hijos.
Actualmente el régimen de custodia compartida se está convirtiendo en el más habitual. Los hijos viven una semana, 15 días o un mes (en la mayor parte de los casos) con cada progenitor.Régimen de visitas: Se establece cómo y cuándo podrá el progenitor que no tiene la custodia visitar a sus hijos.
Uso de la vivienda familiar: El uso de la vivienda familiar siempre se otorga a los hijos menores, con lo cual, será el progenitor que tiene la custodia quien se quedará a vivir en dicha vivienda.
Caso distinto y más complicado se da cuando no existen hijos porque si la vivienda no se vende, el Juez deberá asignársela a uno de los cónyuges en detrimento del otro.Pensión alimenticia: Es una cantidad de dinero que uno de los progenitores paga para cubrir las necesidades de los hijos: comida, ropa, educación, etc.
Pensión compensatoria: Se puede acordar en casos donde uno de los cónyuges quede en clara desventaja económica tras la separación o el divorcio.
Reparto de bienes: Dependerá del régimen económico del matrimonio:
Gananciales: Los bienes adquiridos durante el matrimonio se reparten por igual.
Separación de Bienes: Cada uno conserva los bienes que estén a su nombre.
¿Qué necesitas para solicitar una separación o divorcio?
La ley española no exige alegar ninguna causa para solicitar la separación o el divorcio.
Solo es necesario que hayan pasado al menos 3 meses desde la celebración del matrimonio, salvo en casos de riesgo para la vida o integridad de uno de los cónyuges o de los hijos.
Aunque existen excepciones como aquellos casos en los que el cónyuge que quiere solicitar el divorcio está en peligro de muerte o de su integridad o la de sus hijos.
Para iniciar el proceso, deberás contar con:
Un abogado y un procurador.
Un convenio regulador si es de mutuo acuerdo.
Los documentos que acrediten la situación económica y familiar, como certificados de matrimonio y nacimiento de los hijos, nóminas, escrituras o certificados de empadronamiento.
Consejos para afrontar el proceso de separación o divorcio
Comunica tus sentimientos: Habla con amigos o familiares de confianza. No te enfrentes solo a este proceso.
Busca apoyo profesional: Un abogado especializado en derecho de familia como los que tenemos en plantilla en tuabogado.legal, te ayudará con el proceso judicial.
No estaría de más que acudieras a un psicólogo que pueda ayudarte a manejar tus emociones en el caso de que veas que estás muy afectado por este proceso.
Piensa siempre primero en tus hijos: Si tienes hijos, su bienestar debe ser una prioridad. De hecho, un Juez siempre va a tener primero en cuenta su bienestar y no el de los cónyuges.
Evita discusiones delante de ellos y explícales la situación de manera adecuada a su edad.
Mantén la calma: Es normal sentir muchas emociones contradictorias y altibajos. Tómate el tiempo para procesarlas y evita tomar decisiones impulsivas que puedan afectar al proceso.
Consulta con tu abogado siempre antes de tomar cualquier decisión que pudiera resultar errónea
Preguntas frecuentes
¿Puedo volver a casarme si estoy separado?
Depende, si te separas no porque con la separación no se rompe el vínculo matrimonial. Necesitarás divorciarte para poder casarte de nuevo.
¿Necesito el consentimiento de mi pareja para divorciarme?
No. Puedes solicitar el divorcio aunque tu pareja no esté de acuerdo.
¿Qué pasa si tenemos deudas comunes?
Las deudas también se reparten según el régimen económico del matrimonio.
Es importante contabilizar muy bien todo el activo y el pasivo durante el proceso judicial.
Cerrar una etapa de vida requiere decisiones importantes
Elegir entre separarte o divorciarte es una decisión personal y depende de tus circunstancias y deseos futuros.
La separación puede ser una buena opción si necesitas tiempo para pensar o si no estás seguro de querer romper definitivamente el matrimonio.
El divorcio es la solución si quieres cerrar esa etapa de tu vida y tener la libertad de volver a casarte.
Recuerda que no tienes que pasar por este proceso tan complicado emocionalmente solo. Hay profesionales que pueden ayudarte a navegar este proceso de la mejor manera posible.
Tu abogado será el profesional más importante durante todo el proceso porque con él o ella tendrás que tomar las decisiones más importantes.
Al final, lo que cada persona busca es su propio bienestar y el de sus seres queridos.
Y en eso estamos de acuerdo.
En tuabogado.legal tenemos abogados expertos en derecho de familia que no sólo te ayudarán jurídicamente, sino también psicológicamente.
Su cercanía y comprensión ante estas difíciles situaciones hacen que sientas que tienes a tu lado a una persona de total confianza.
Pincha justo aquí debajo, en el botón azul para solicitar una consulta con nosotros.
Queremos ayudarte.
¿Estás pasando por un momento difícil en tu matrimonio y no sabes qué hacer? ¿Separación o divorcio? ¿Qué hago?
Dar por finalizada una relación matrimonial nunca es fácil. Además puede dar lugar a una situación muy estresante y llena de emociones, incertidumbres y decisiones importantes que tendrás que tomar.
Una de las primeras dudas que se vienen a la cabeza es comprender qué es mejor, separarse o divorciarse. Esta duda es de las más comunes porque no es sencillo entender las diferencias entre ambos conceptos.
Y la diferencia principal es que ambos tienen implicaciones jurídicas civiles diferentes.
Si estás pensando en romper tu relación matrimonial y necesitas aclarar qué deberías hacer, este artículo te ayudará a comprender las características de ambos conceptos, sus diferencias y cómo puedes proceder.
Comprendiendo las principales diferencias entre separación y divorcio
Aunque a menudo, estos dos términos jurídicos se utilizan como sinónimos, la realidad es que la separación y el divorcio son procesos judiciales distintos.
¿Qué es una separación matrimonial?
La separación implica que el matrimonio dejará de convivir, debiendo regularse al finalizar este proceso algunos aspectos de la relación, como pueden ser: la custodia de los hijos o el reparto de bienes.
Sin embargo, el vínculo matrimonial sigue existiendo, es decir, aunque vivas separado del otro cónyuge, sigues legalmente casado con él o ella.
Lo que quiere decir que, aunque vivas separado de tu cónyuge, no puedes volver a casarte con otra pareja.
Existen dos tipos de separación:
Separación legal: Es necesaria una sentencia judicial que establezca las medidas que regirán la nueva situación. Tendrá efectos legales frente a terceras personas.
Separación de hecho: No pasa por los tribunales y no tiene efectos legales frente a otras personas, aunque ambas partes acuerden vivir separadas.
¿Qué es jurídicamente un divorcio?
El divorcio, a diferencia de la separación, implica la ruptura definitiva del vínculo matrimonial.
Tras el divorcio, ambas partes quedan legalmente libres para volver a casarse, ya sea entre ellos o con otras personas. Porque nadie te prohíbe volver a casarte con tu excónyuge.
Un aspecto importante para algunas personas, no sabemos si será tu caso, es que, aunque estés divorciado civilmente, no podrás casarte por la Iglesia a menos que obtengas una nulidad eclesiástica.
Aunque también hay que tener en cuenta, que esta última cuestión está bajo las normas de la Iglesia católica y que cada religión tiene sus propias reglas para casos de ruptura matrimonial.
Aspectos comunes en ambos procesos judiciales
Tanto la separación como el divorcio generan consecuencias legales y personales, es decir, hay cuestiones que han de quedar resueltas al finalizar el proceso judicial:
Custodia de los hijos: Decidir con quién vivirán los hijos y quién tomará las decisiones diarias sobre ellos.
Régimen de visitas: Establecer cómo y cuándo verá el otro progenitor a sus hijos.
Uso de la vivienda familiar: Determinar quién se queda en la casa donde vivían.
Pensión alimenticia: Fijar qué dinero se da a los hijos para asegurar que estén bien cuidados.
Pensión compensatoria: Si uno de los dos queda en una situación económica mucho peor, puede que el juez decida que el otro cónyuge le pase una pensión que compense la pérdida patrimonial.
Reparto de bienes: Dividir los bienes que han adquirido juntos durante el matrimonio.
Nota Importante: Después de una separación o divorcio, ninguno de los dos podrá heredar del otro en caso de fallecimiento, salvo que exista un testamento que lo indique expresamente.
Tipos de separación y divorcio: ¿mutuo acuerdo o contencioso?
Cuando ya has tomado la decisión de separarte o divorciarte, es el momento de ver qué tipo de procedimiento judicial vas a seguir.
Y en la mayor parte de los casos todo dependerá del nivel de entendimiento que tengáis entre vosotros, es decir, entre los cónyuges.
Separación o Divorcio mutuo acuerdo
Este es el camino más rápido, económico y sencillo. Y el más correcto desde el punto de vista ético.
En este caso, ambos cónyuges acordáis de forma amistosa las condiciones de vuestra separación o divorcio, presentando un convenio regulador conjunto.
En este convenio se establecen las medidas relacionadas con los hijos, bienes y pensiones. Con la ayuda de un único abogado y procurador, se presenta la demanda en el Juzgado de 1ª Instancia competente.
Será el Letrado de la Administración de Justicia o el Juez (en caso de que tengáis hijos menores o incapaces a vuestro cargo), quien acordará la separación o el divorcio a través de Decreto o Sentencia respectivamente.
Separación o divorcio contencioso
Si no hay acuerdo entre vosotros, se iniciará un procedimiento contencioso. Y lo desaconsejamos porque muchos se convierten en una verdadera guerra que sólo tiene perdedores. Nunca hay ganadores.
En todo caso, si eliges esta opción, cada uno de vosotros debe acudir al procedimiento con su propio abogado y procurador.
En este caso, será un juez quien, a través de las pruebas que le presentéis en el acto de la vista, determine cuáles serán las medidas que regirán y regularán vuestra nueva situación tras la separación o el divorcio.
Este proceso es siempre más largo, costoso y emocionalmente complicado, ya que estaréis luchando desde el principio y no cesaréis en vuestra lucha por conseguir lo que consideráis justo hasta el final.
Y normalmente esta lucha casi siempre es por el mismo hecho, el reparto de bienes y las pensiones de alimentos o compensatorias. Estas últimas en menor grado.
La mediación familiar: una excelente alternativa
Antes de llegar a un proceso contencioso, muchas parejas optan de forma muy inteligente por la mediación familiar.
Este procedimiento busca que las partes lleguen a un acuerdo con la ayuda de un mediador neutral.
La mediación es especialmente útil cuando hay hijos dentro del matrimonio, ya que el mediador fomentará que exista diálogo y cooperación entre los cónyuges para minimizar el impacto sobre los menores.
El mediador siempre intentará que ambos cónyuges lleguéis a un acuerdo que os beneficie a ambos, pero sobre todo que no os perjudique en vuestra labor como padres en caso de que hubiere hijos menores.
Por lo tanto, la mediación familiar tiene unos claros beneficios frente a un proceso contencioso judicial:
Fomenta la comunicación y el entendimiento.
Puede ahorrar tiempo y dinero.
Protege a los hijos del conflicto.
¿Qué medidas se regulan en la separación o divorcio?
Independientemente de si se trata de separación o divorcio, hay ciertas medidas que deben regularse obligatoriamente:
Patria potestad: Generalmente es compartida salvo casos de violencia de género extremos o situaciones de difícil solución como puede ser una enfermedad mental o simplemente la desaparición de uno de los progenitores.
La patria potestad significa que ambos padres tomarán las decisiones sobre la vida de los hijos y serán responsables de ellos y de sus actos.Guarda y custodia: Puede ser individual o compartida. Determina con quién van a vivir los hijos.
Actualmente el régimen de custodia compartida se está convirtiendo en el más habitual. Los hijos viven una semana, 15 días o un mes (en la mayor parte de los casos) con cada progenitor.Régimen de visitas: Se establece cómo y cuándo podrá el progenitor que no tiene la custodia visitar a sus hijos.
Uso de la vivienda familiar: El uso de la vivienda familiar siempre se otorga a los hijos menores, con lo cual, será el progenitor que tiene la custodia quien se quedará a vivir en dicha vivienda.
Caso distinto y más complicado se da cuando no existen hijos porque si la vivienda no se vende, el Juez deberá asignársela a uno de los cónyuges en detrimento del otro.Pensión alimenticia: Es una cantidad de dinero que uno de los progenitores paga para cubrir las necesidades de los hijos: comida, ropa, educación, etc.
Pensión compensatoria: Se puede acordar en casos donde uno de los cónyuges quede en clara desventaja económica tras la separación o el divorcio.
Reparto de bienes: Dependerá del régimen económico del matrimonio:
Gananciales: Los bienes adquiridos durante el matrimonio se reparten por igual.
Separación de Bienes: Cada uno conserva los bienes que estén a su nombre.
¿Qué necesitas para solicitar una separación o divorcio?
La ley española no exige alegar ninguna causa para solicitar la separación o el divorcio.
Solo es necesario que hayan pasado al menos 3 meses desde la celebración del matrimonio, salvo en casos de riesgo para la vida o integridad de uno de los cónyuges o de los hijos.
Aunque existen excepciones como aquellos casos en los que el cónyuge que quiere solicitar el divorcio está en peligro de muerte o de su integridad o la de sus hijos.
Para iniciar el proceso, deberás contar con:
Un abogado y un procurador.
Un convenio regulador si es de mutuo acuerdo.
Los documentos que acrediten la situación económica y familiar, como certificados de matrimonio y nacimiento de los hijos, nóminas, escrituras o certificados de empadronamiento.
Consejos para afrontar el proceso de separación o divorcio
Comunica tus sentimientos: Habla con amigos o familiares de confianza. No te enfrentes solo a este proceso.
Busca apoyo profesional: Un abogado especializado en derecho de familia como los que tenemos en plantilla en tuabogado.legal, te ayudará con el proceso judicial.
No estaría de más que acudieras a un psicólogo que pueda ayudarte a manejar tus emociones en el caso de que veas que estás muy afectado por este proceso.
Piensa siempre primero en tus hijos: Si tienes hijos, su bienestar debe ser una prioridad. De hecho, un Juez siempre va a tener primero en cuenta su bienestar y no el de los cónyuges.
Evita discusiones delante de ellos y explícales la situación de manera adecuada a su edad.
Mantén la calma: Es normal sentir muchas emociones contradictorias y altibajos. Tómate el tiempo para procesarlas y evita tomar decisiones impulsivas que puedan afectar al proceso.
Consulta con tu abogado siempre antes de tomar cualquier decisión que pudiera resultar errónea
Preguntas frecuentes
¿Puedo volver a casarme si estoy separado?
Depende, si te separas no porque con la separación no se rompe el vínculo matrimonial. Necesitarás divorciarte para poder casarte de nuevo.
¿Necesito el consentimiento de mi pareja para divorciarme?
No. Puedes solicitar el divorcio aunque tu pareja no esté de acuerdo.
¿Qué pasa si tenemos deudas comunes?
Las deudas también se reparten según el régimen económico del matrimonio.
Es importante contabilizar muy bien todo el activo y el pasivo durante el proceso judicial.
Cerrar una etapa de vida requiere decisiones importantes
Elegir entre separarte o divorciarte es una decisión personal y depende de tus circunstancias y deseos futuros.
La separación puede ser una buena opción si necesitas tiempo para pensar o si no estás seguro de querer romper definitivamente el matrimonio.
El divorcio es la solución si quieres cerrar esa etapa de tu vida y tener la libertad de volver a casarte.
Recuerda que no tienes que pasar por este proceso tan complicado emocionalmente solo. Hay profesionales que pueden ayudarte a navegar este proceso de la mejor manera posible.
Tu abogado será el profesional más importante durante todo el proceso porque con él o ella tendrás que tomar las decisiones más importantes.
Al final, lo que cada persona busca es su propio bienestar y el de sus seres queridos.
Y en eso estamos de acuerdo.
En tuabogado.legal tenemos abogados expertos en derecho de familia que no sólo te ayudarán jurídicamente, sino también psicológicamente.
Su cercanía y comprensión ante estas difíciles situaciones hacen que sientas que tienes a tu lado a una persona de total confianza.
Pincha justo aquí debajo, en el botón azul para solicitar una consulta con nosotros.
Queremos ayudarte.