Divorcio de mutuo acuerdo: fácil, rápido y sin dramas
¿Te estás planteando el divorcio y temes que sea una batalla legal interminable? Tranquilo, porque existen vías legales para que no este episodio de tu vida no resulte tan complicado.
Si tú y tu pareja estáis de acuerdo en separaros y en los términos de dicha separación, el divorcio de mutuo acuerdo es, sin duda, la forma más rápida, barata y llevadera de poner punto final a vuestro matrimonio.
En este artículo te vamos a explicar cómo se tramita un divorcio de mutuo acuerdo, qué necesitas tener a mano y por qué podría ser justo lo que estás buscando.
Qué es exactamente el divorcio de mutuo acuerdo
Vayamos al grano, el divorcio de mutuo acuerdo es un procedimiento en el que ambos cónyuges están de acuerdo en separarse y pactan juntos los detalles de esa ruptura.
¿Qué detalles?
Pues los que más os pueden afectar: custodia de los hijos, visitas, pensión de alimentos, uso de la casa, reparto de bienes, e incluso quién se queda con el perro (y esto sucede).
Todos estos pactos los debéis dejar por escrito en un documento denominado “convenio regulador”.
Es, por buscar una analogía como ejemplo, vuestro “contrato de divorcio”, pero más humano, porque refleja los acuerdos alcanzados entre ambos para facilitar la nueva etapa de la vida de cada uno por separado.
Requisitos para poder divorciarte de mutuo acuerdo
No es necesario nunca justificar el motivo por el cual una persona quiere divorciarse, pero sí se deben cumplir unas condiciones mínimas para que el divorcio pueda ser de mutuo acuerdo:
Que hayan pasado al menos 3 meses desde la celebración del matrimonio (desde la boda).
Que ambos queráis divorciaros, y lo hagáis de manera voluntaria.
Presentar un convenio regulador, detallando los acuerdos tomados.
Contar con un abogado, aunque puede ser el mismo para los dos (menos gastos y mayor agilidad).
Si tienes hijos menores o con discapacidad, la cosa cambia un poco, porque ahí va a intervenir sí o sí el Ministerio Fiscal para velar por el interés de los menores o incapaces.
Divorcio… ¿judicial o notarial? Depende de si hay hijos menores
Que podáis divorciaros de mutuo acuerdo vía judicial o notarial va a depender de algo muy sencillo, ¿hay o no hay hijos menores o incapaces dentro del matrimonio?
Si hay hijos menores o dependientes:
Siempre tendréis que acudir a la vía judicial.
Se presenta una demanda conjunta en el juzgado.
El Ministerio Fiscal revisará los acuerdos que afectan a los menores para asegurarse de que sus derechos están protegidos.
Por último, será el juez quien revisará el convenio y, si todo está en orden, aprobará el divorcio.
Por ejemplo, Ana y Luis tienen dos hijos pequeños. Desean divorciarse, se llevan bien y acuerdan la custodia compartida de ambos menores.
Presentan su demanda al juzgado con toda la documentación necesaria. El Fiscal no se opone al convenio regulador que presentan y el juez ve que el pacto entre ambos es justo y acuerda el divorcio.
Si no hay hijos menores:
Podéis elegir entre la vía judicial o la notarial.
El proceso notarial es más rápido y sencillo: deberéis ir con vuestro abogado al notario con el convenio regulador y firmáis una escritura pública.
Eso sí, esta vía es un poco más cara dado que hay que pagar al Notario.
En este caso, aunque podáis divorciaros en Notaría, también podréis hacerlo vía judicial ante el Letrado de la Administración de Justicia.
Por ejemplo, Marta y Javier no tienen hijos. Quieren divorciarse sin líos de ningún tipo. En una semana, con la ayuda de un abogado, firman ante Notario y todo queda resuelto sin pisar el juzgado.
Documentos que necesitarás tener a mano
Aunque parezca obvio, muchos se lían con los papeles que deben tener sí o sí antes de presentar una demanda de divorcio, así que, apunta esto:
Certificado de matrimonio.
Certificados de nacimiento de los hijos, si los hay.
Convenio regulador, con todos los acuerdos.
Datos económicos, si vais a pactar pensiones o reparto de bienes.
Y si es por la vía judicial, también un procurador (en la notaría, no hace falta).
Por qué elegir el divorcio de mutuo acuerdo (y no complicarse la vida)
Si ambos tenéis claro que queréis divorciaros, esta vía es la más sensata. ¿Por qué?
Menos costes: podéis compartir abogado, y si no hay hijos menores, ni siquiera necesitáis procurador. Además, si optáis por el notario, os ahorráis la espera del juzgado.
Más rápido: mientras un divorcio contencioso puede tardar meses o años, el de mutuo acuerdo se resuelve en semanas. Por notaría, incluso en días.
Menos desgaste emocional: nada de peleas públicas. Vosotros decidís cómo queréis cerrar esta etapa.
Mayor control sobre el resultado: cuando pactáis juntos, los acuerdos se adaptan a vuestra realidad. No es un juez quien impone lo que cree mejor.
¿Y si el juez no aprueba el convenio?
Esto puede pasar, de hecho aunque sea en raras ocasiones, pasa. A veces, el juez (o el Ministerio Fiscal, si hay menores) detecta algo que no cuadra en el convenio regulador presentado, y no lo aprueba. Las razones más comunes son:
Que alguna cláusula perjudique a los hijos menores.
Que las pensiones pactadas no sean proporcionales a los ingresos.
Falta de claridad o contradicciones en el convenio.
Pero no te preocupes, esto no significa que os tengáis que ir a juicio. Se os dará traslado de los informes con el fin de que podáis corregir el convenio.
Si no lográis llegar a un nuevo acuerdo, entonces sí, tocaría ir por la vía contenciosa… pero esto es el último recurso.
Preguntas frecuentes que quizás te estás haciendo
Como en todo trámite jurídico o administrativo siempres surgen preguntas habituales, y seguramente te estarás haciendo alguna de las siguientes:
¿Y si mi pareja cambia de opinión a última hora?
Si una de las partes no ratifica el convenio regulador, entonces el juzgado archivará el proceso de divorcio.
Tienes dos opciones: esperar a que se decida y presentar una nueva demanda de divorcio de mutuo acuerdo o iniciar un proceso de divorcio contencioso.
Pero si hay diálogo, se puede reconducir la situación.
¿Puedo incluir en el convenio cosas que no tienen que ver con el divorcio?
En este caso hablamos de pactos privados que nada tienen que ver con la separación. Por tanto, solo podréis incluir estos pactos si os divorciáis ante Notario, puesto que este podrá incluir estos acuerdos en la escritura.
Por ejemplo, podéis añadir la venta de un coche, un acuerdo económico entre vosotros, o el reparto de una deuda común.
En un juzgado, solo podréis incluir aspectos relacionados directamente con el divorcio.
¿Y si tenemos hijos mayores de edad?
Si existen hijos que ya son mayores de edad, deben estar de acuerdo con el divorcio, sobre todo si son dependientes económicamente de ambos progenitores.
Dicho de otro modo, ante Notario, los hijos deberán firmar que están de acuerdo y ante un juez, deben ser escuchados.
Errores comunes que deberías evitar
No detallar bien el convenio: cuanto más claro y concreto, mejor. Evita frases ambiguas como “custodia compartida según convenga”.
No pensar a largo plazo: el convenio debe ser funcional no solo a día de hoy, sino también en el futuro cercano.
Dejarlo todo en manos del abogado sin revisar: asesórate bien, pero asegúrate de que el acuerdo refleja lo que tú quieres.
No negociar en serio con tu pareja: este es un momento para ambas partes cedan, no para ganar porque además, lo único que ganarás son disgustos. El objetivo no es tener razón, sino encontrar una solución que os sirva a ambos.
Consejos prácticos para mantener la tranquilidad
Habla con calma con tu pareja: Si os entendéis desde el principio, todo será más fácil.
Elige un abogado especializado en familia: Te guiará sin buscar conflicto.
Sé realista: No luches por cosas que no necesitas o que no puedes mantener.
Prioriza a los hijos: Ellos no se divorcian, siguen siendo de los dos. El convenio debe proteger su bienestar antes que nada.
Hazlo bien desde el principio: Un mal convenio genera problemas durante años.
¿Y ahora qué? Lo que viene después del divorcio
Una vez tengáis la sentencia o escritura pública de divorcio, esta se inscribe en el Registro Civil.
A efectos legales, estaréis divorciados desde que se firme la sentencia, decreto o escritura notarial.
Pero no te quedes solo con eso: este también puede ser un momento para reiniciar tu vida con más libertad y menos carga emocional.
Quizás no ha sido fácil llegar hasta aquí, pero si lo haces de forma civilizada, sin odio ni venganzas, todo será más llevadero. El divorcio no es el final, es el principio de una nueva etapa.
Cierra este capítulo de tu vida con seguridad
Divorciarse siempre es una experiencia amarga, pero hay formas más “baratas” psicológicamente de pasar este mal trago.
Si existe voluntad entre ambos, el divorcio de mutuo acuerdo es la forma más humana, inteligente y eficaz de poner fin a una relación.
Y podéis hacerlo sin miedo, con tranquilidad y con la certeza de que estáis tomando el control de vuestra vida.
Consultad con un abogado, preparar un convenio regulador justo para ambos y decidir si quieres resolverlo en un juzgado o ante notario (si podéis elegir, claro).
Pero sobre todo, hacerlo bien, con cabeza, y ante todo, con respeto. Lo agradeceréis en el futuro.
Si tienes dudas, lo mejor es consultar primero a un abogado especializado en derecho de familia. Os ayudará a tomar decisiones mejores decisiones.
En tuabogado.legal, estamos especializados en divorcios y derecho de familia. Podemos ayudaros
Realiza tu consulta pinchando en el botón azul que tienes justo aquí debajo.¿Te estás planteando el divorcio y temes que sea una batalla legal interminable? Tranquilo, porque existen vías legales para que no este episodio de tu vida no resulte tan complicado.
Si tú y tu pareja estáis de acuerdo en separaros y en los términos de dicha separación, el divorcio de mutuo acuerdo es, sin duda, la forma más rápida, barata y llevadera de poner punto final a vuestro matrimonio.
En este artículo te vamos a explicar cómo se tramita un divorcio de mutuo acuerdo, qué necesitas tener a mano y por qué podría ser justo lo que estás buscando.
Qué es exactamente el divorcio de mutuo acuerdo
Vayamos al grano, el divorcio de mutuo acuerdo es un procedimiento en el que ambos cónyuges están de acuerdo en separarse y pactan juntos los detalles de esa ruptura.
¿Qué detalles?
Pues los que más os pueden afectar: custodia de los hijos, visitas, pensión de alimentos, uso de la casa, reparto de bienes, e incluso quién se queda con el perro (y esto sucede).
Todos estos pactos los debéis dejar por escrito en un documento denominado “convenio regulador”.
Es, por buscar una analogía como ejemplo, vuestro “contrato de divorcio”, pero más humano, porque refleja los acuerdos alcanzados entre ambos para facilitar la nueva etapa de la vida de cada uno por separado.
Requisitos para poder divorciarte de mutuo acuerdo
No es necesario nunca justificar el motivo por el cual una persona quiere divorciarse, pero sí se deben cumplir unas condiciones mínimas para que el divorcio pueda ser de mutuo acuerdo:
Que hayan pasado al menos 3 meses desde la celebración del matrimonio (desde la boda).
Que ambos queráis divorciaros, y lo hagáis de manera voluntaria.
Presentar un convenio regulador, detallando los acuerdos tomados.
Contar con un abogado, aunque puede ser el mismo para los dos (menos gastos y mayor agilidad).
Si tienes hijos menores o con discapacidad, la cosa cambia un poco, porque ahí va a intervenir sí o sí el Ministerio Fiscal para velar por el interés de los menores o incapaces.
Divorcio… ¿judicial o notarial? Depende de si hay hijos menores
Que podáis divorciaros de mutuo acuerdo vía judicial o notarial va a depender de algo muy sencillo, ¿hay o no hay hijos menores o incapaces dentro del matrimonio?
Si hay hijos menores o dependientes:
Siempre tendréis que acudir a la vía judicial.
Se presenta una demanda conjunta en el juzgado.
El Ministerio Fiscal revisará los acuerdos que afectan a los menores para asegurarse de que sus derechos están protegidos.
Por último, será el juez quien revisará el convenio y, si todo está en orden, aprobará el divorcio.
Por ejemplo, Ana y Luis tienen dos hijos pequeños. Desean divorciarse, se llevan bien y acuerdan la custodia compartida de ambos menores.
Presentan su demanda al juzgado con toda la documentación necesaria. El Fiscal no se opone al convenio regulador que presentan y el juez ve que el pacto entre ambos es justo y acuerda el divorcio.
Si no hay hijos menores:
Podéis elegir entre la vía judicial o la notarial.
El proceso notarial es más rápido y sencillo: deberéis ir con vuestro abogado al notario con el convenio regulador y firmáis una escritura pública.
Eso sí, esta vía es un poco más cara dado que hay que pagar al Notario.
En este caso, aunque podáis divorciaros en Notaría, también podréis hacerlo vía judicial ante el Letrado de la Administración de Justicia.
Por ejemplo, Marta y Javier no tienen hijos. Quieren divorciarse sin líos de ningún tipo. En una semana, con la ayuda de un abogado, firman ante Notario y todo queda resuelto sin pisar el juzgado.
Documentos que necesitarás tener a mano
Aunque parezca obvio, muchos se lían con los papeles que deben tener sí o sí antes de presentar una demanda de divorcio, así que, apunta esto:
Certificado de matrimonio.
Certificados de nacimiento de los hijos, si los hay.
Convenio regulador, con todos los acuerdos.
Datos económicos, si vais a pactar pensiones o reparto de bienes.
Y si es por la vía judicial, también un procurador (en la notaría, no hace falta).
Por qué elegir el divorcio de mutuo acuerdo (y no complicarse la vida)
Si ambos tenéis claro que queréis divorciaros, esta vía es la más sensata. ¿Por qué?
Menos costes: podéis compartir abogado, y si no hay hijos menores, ni siquiera necesitáis procurador. Además, si optáis por el notario, os ahorráis la espera del juzgado.
Más rápido: mientras un divorcio contencioso puede tardar meses o años, el de mutuo acuerdo se resuelve en semanas. Por notaría, incluso en días.
Menos desgaste emocional: nada de peleas públicas. Vosotros decidís cómo queréis cerrar esta etapa.
Mayor control sobre el resultado: cuando pactáis juntos, los acuerdos se adaptan a vuestra realidad. No es un juez quien impone lo que cree mejor.
¿Y si el juez no aprueba el convenio?
Esto puede pasar, de hecho aunque sea en raras ocasiones, pasa. A veces, el juez (o el Ministerio Fiscal, si hay menores) detecta algo que no cuadra en el convenio regulador presentado, y no lo aprueba. Las razones más comunes son:
Que alguna cláusula perjudique a los hijos menores.
Que las pensiones pactadas no sean proporcionales a los ingresos.
Falta de claridad o contradicciones en el convenio.
Pero no te preocupes, esto no significa que os tengáis que ir a juicio. Se os dará traslado de los informes con el fin de que podáis corregir el convenio.
Si no lográis llegar a un nuevo acuerdo, entonces sí, tocaría ir por la vía contenciosa… pero esto es el último recurso.
Preguntas frecuentes que quizás te estás haciendo
Como en todo trámite jurídico o administrativo siempres surgen preguntas habituales, y seguramente te estarás haciendo alguna de las siguientes:
¿Y si mi pareja cambia de opinión a última hora?
Si una de las partes no ratifica el convenio regulador, entonces el juzgado archivará el proceso de divorcio.
Tienes dos opciones: esperar a que se decida y presentar una nueva demanda de divorcio de mutuo acuerdo o iniciar un proceso de divorcio contencioso.
Pero si hay diálogo, se puede reconducir la situación.
¿Puedo incluir en el convenio cosas que no tienen que ver con el divorcio?
En este caso hablamos de pactos privados que nada tienen que ver con la separación. Por tanto, solo podréis incluir estos pactos si os divorciáis ante Notario, puesto que este podrá incluir estos acuerdos en la escritura.
Por ejemplo, podéis añadir la venta de un coche, un acuerdo económico entre vosotros, o el reparto de una deuda común.
En un juzgado, solo podréis incluir aspectos relacionados directamente con el divorcio.
¿Y si tenemos hijos mayores de edad?
Si existen hijos que ya son mayores de edad, deben estar de acuerdo con el divorcio, sobre todo si son dependientes económicamente de ambos progenitores.
Dicho de otro modo, ante Notario, los hijos deberán firmar que están de acuerdo y ante un juez, deben ser escuchados.
Errores comunes que deberías evitar
No detallar bien el convenio: cuanto más claro y concreto, mejor. Evita frases ambiguas como “custodia compartida según convenga”.
No pensar a largo plazo: el convenio debe ser funcional no solo a día de hoy, sino también en el futuro cercano.
Dejarlo todo en manos del abogado sin revisar: asesórate bien, pero asegúrate de que el acuerdo refleja lo que tú quieres.
No negociar en serio con tu pareja: este es un momento para ambas partes cedan, no para ganar porque además, lo único que ganarás son disgustos. El objetivo no es tener razón, sino encontrar una solución que os sirva a ambos.
Consejos prácticos para mantener la tranquilidad
Habla con calma con tu pareja: Si os entendéis desde el principio, todo será más fácil.
Elige un abogado especializado en familia: Te guiará sin buscar conflicto.
Sé realista: No luches por cosas que no necesitas o que no puedes mantener.
Prioriza a los hijos: Ellos no se divorcian, siguen siendo de los dos. El convenio debe proteger su bienestar antes que nada.
Hazlo bien desde el principio: Un mal convenio genera problemas durante años.
¿Y ahora qué? Lo que viene después del divorcio
Una vez tengáis la sentencia o escritura pública de divorcio, esta se inscribe en el Registro Civil.
A efectos legales, estaréis divorciados desde que se firme la sentencia, decreto o escritura notarial.
Pero no te quedes solo con eso: este también puede ser un momento para reiniciar tu vida con más libertad y menos carga emocional.
Quizás no ha sido fácil llegar hasta aquí, pero si lo haces de forma civilizada, sin odio ni venganzas, todo será más llevadero. El divorcio no es el final, es el principio de una nueva etapa.
Cierra este capítulo de tu vida con seguridad
Divorciarse siempre es una experiencia amarga, pero hay formas más “baratas” psicológicamente de pasar este mal trago.
Si existe voluntad entre ambos, el divorcio de mutuo acuerdo es la forma más humana, inteligente y eficaz de poner fin a una relación.
Y podéis hacerlo sin miedo, con tranquilidad y con la certeza de que estáis tomando el control de vuestra vida.
Consultad con un abogado, preparar un convenio regulador justo para ambos y decidir si quieres resolverlo en un juzgado o ante notario (si podéis elegir, claro).
Pero sobre todo, hacerlo bien, con cabeza, y ante todo, con respeto. Lo agradeceréis en el futuro.
Si tienes dudas, lo mejor es consultar primero a un abogado especializado en derecho de familia. Os ayudará a tomar decisiones mejores decisiones.
En tuabogado.legal, estamos especializados en divorcios y derecho de familia. Podemos ayudaros
Realiza tu consulta pinchando en el botón azul que tienes justo aquí debajo.